Diseño de libro

Hace poco terminé de diseñar un libro. Tal vez mucha gente no note que un libro tiene «diseño», ya que son sólo muchas páginas todas iguales. A simple vista tal vez ése podría ser un primer comentario, pero la realidad es que en todo caso el diseño de un libro es más sutil que el de revistas, catálogos o periódicos donde hay elementos que quieren llamar la atención, con titulares destacados o fotos llamativas. El diseño en un libro cumple otra función: ayudar a que la lectura sea lo más agradable y clara posible.

Les comparto cómo decidí el estilo y qué elementos tuve en cuenta al diseñar este libro en particular:

Caja: Elegi trabajar con una caja clásica o formato clásico. Los márgenes internos y superiores son más chicos que los externos e inferiores, y esto genera un espacio cómodo y relajado para la lectura, brindando al lector la posibilidad de agarrar cómodamente el libro mientras lo lee sin tapar con sus dedos ninguna parte importante de la lectura. Los márgenes externos amplios brindan el aire o espacio en blanco suficiente para ayudar a esa calma, a la vez que dejan espacio para hacer alguna anotación si el lector quisiera, además de no dar una impresión de amontonamiento. Estos son los elementos clásicos. Sin embargo, incluí algunos elementos ajenos al diseño clásico, básicamente en los elementos contextuales, número de página y datos de libro y autor en los cintillos superior e inferior, que están trabajados en una caja distinta, más moderna. Sirve para destacar y a la vez separar estos elementos del material de lectura propiamente dicho.

Capítulos: Los inicios de capítulos se trabajaron con una tipografía más grande y dándole más aire al diseño como forma de marcar un lugar de descanso en la lectura. Incluso empiezan siempre en página impar.

Tipografía: Elegí una tipografía con serifa, es decir un tipo de letra que tiene un reborde en sus líneas inferiores que dibujan el renglón. Esto ayuda y ordena la lectura.