Hace unos días me hicieron unas preguntas sobre el financimiento colectivo y mi experiencia como editora de un libro que se financió de esa manera: el libro álbum ¡Por su culpa! de Luciana Schwarzman y Leni. Les comparto el artículo completo, en el que están mis comentarios junto al de las responsables de otros dos proyectos financiados de igual modo, un cortometraje llamado HU MI TA y un disco del dúo La Viajerita. Ojalá les guste. ¡Muchas gracias a Fernanda Pérez y a La Mañana de Córdoba!
Crowdfunding: un modo de producción en permanente crecimiento
Sostenido a través de plataformas virtuales, el crowdfunding o financiamiento colectivo es la manera en la que muchos productos artísticos y culturales -concebidos de manera independiente- logran salir a la luz. En esta nota, presentamos tres proyectos exitosos que se hicieron en Córdoba a través de esta modalidad.
Alguna vez, una famosa escritora contó que para editar su primer libro decidió vender los ejemplares por adelantado entre sus amigos para así poder costear los gastos de imprenta y edición. Aquello que se hizo décadas atrás en base a los vínculos y la confianza y cuyo desarrollo fue casi de artesanal, ha logrado en la actualidad -y gracias a los soportes virtuales- otras formas más amplias y profesionales de realización. Se trata de plataformas específicas, con un plan de organización y gestión adecuado, en donde el objetivo está centrado en terminar un proyecto de manera colectiva.
“Crowdfunding”, en lengua inglesa. “Financiamiento colectivo”, en criollo. Hace tiempo que ya se utiliza esta modalidad en distintas partes del mundo, y en nuestro país son cada vez más las experiencias que se suman a este nuevo estilo de producción.
En estos casos los hacedores no requieren de productores o capitales sino que esos conceptos son suplantados por el de colaboradores y/o voluntarios, personas que participan de manera activa en la realización de un proyecto. Pueden hacerlo con aportes económicos, pero también con otros recursos profesionales, físicos y humanos.
En este crecimiento del crowdfunding, una de las plataformas más conocidas en nuestro país es la comunidad on line de Panal de Ideas en cuyo sitio promueve una infinidad de propuestas que van desde la grabación de discos, a la edición de libros, pasando por el rodaje de películas y hasta la construcción de una sala teatral, entre tantas otras.
Este concepto de que entre todos podemos construir arte ha llegado también a Córdoba, donde aparecen una serie de alternativas realizadas a través de este tipo de gestión. Lo que era novedoso, poco a poco se va instalando como una posibilidad real para muchos hacedores independientes.
Como muestra de esta forma de gestionar y producir, rescatamos la experiencia de Ediciones de la Terraza que lleva adelante Bárbara Couto, el disco “Mundo Barrio” del dúo cordobés La Viajerita, y el cortometraje “HU MI TA” de Neo lia Carrizo. Cada una de ellas relata su experiencia y da su opinión sobre el tan promocionado “crowdfunding”.
– ¿Cómo surgió, en cada uno de los casos, la idea de producir a través del sistema de financiamiento colectivo?
– Noelia Carrizo (cortometraje «HU MI TA», coproducción de Córdoba y La Rioja): Desde el inicio de «HU MI TA» planteamos que el cortometraje pudiera cubrirse por medio de alternativas de financiamiento, desde la preproducción
-que vendimos humitas-, hasta la presentación de Proyectos en La Rioja. Si bien intentamos cubrir todos los gastos sólo con estas dos iniciativas, la inflación diaria y los inconvenientes que surgieron en el rodaje, nos llevó a replantear el modo de cubrir la posproducción de la película. En ese momento, comenzamos a investigar cuáles eran las opciones que otorgaba el financiamiento colectivo. Gracias a las opciones anteriores teníamos seguidores que nos apoyaban así que probamos con el financiamiento colectivo y funcionó.
– Bárbara Couto (Ediciones de la Terraza): Nosotros editamos de esta manera el libro-álbum «¡Por su culpa!» de Luciana Schwarzman y Leni, el año pasado. Ya habíamos oído hablar de este sistema a través de la experiencia exitosa de «Entonces el libro». Fue su autora, Alex Appella, quien nos contó de primera mano en qué consistía el sistema y un par de anécdotas que nos contagiaron enseguida las ganas de financiar alguno de nuestros próximos libros así. Con “¡Por su culpa!” nos llegó la oportunidad.
Además, a título personal, me apasiona explorar nuevas formas de gestión y financiamiento para productos culturales y participo en el voluntariado de la plataforma Panal de Ideas, por lo que estoy teniendo la experiencia de acompañar varios proyectos.
– Mariela Carrera (integrante del dúo local La Viajerita): Nosotros sabíamos que existía lo del financiamiento colectivo porque varios amigos trabajaban con eso a través de plataformas en internet. Empezamos a averiguar, y lo cierto es que las plataformas tienen condiciones, cláusulas, tiempos límites, y eso no nos convencía. Nos asesoramos y dicidimos hacerlo por nuestra cuenta. En nuestra página abrimos un link a través de Mercado Pago que le daba a la gente la chance de comprar el disco por adelantado. En nuestro caso el disco estaba grabado, nos faltaban las réplicas que eran muy costosas y que no podíamos asumir económicamente. Los primeros cien que compraron el disco recibieron, además de un descuento, un regalito, Hicimos una movida muy fuerte, de hecho vendimos rapidísimo los 100 primeros discos, y seguimos vendiendo… Creo que llegamos a vender por adelantado unos 200 discos.
– ¿Eran todos amigos los que compraban los discos o realmente se sumaban desconocidos a la propuesta?
– Mariela Carrera: Hubo de todo, mucha gente que no conocíamos lo compró por adelantado en internet. Les llegó la información y de alguna manera quisieron sentirse parte del proyecto. Creo que esto genera un cambio de pensamiento, es como colaborar con un producto artístico-cultural, ser parte de eso.
– ¿Cómo fue la experiencia?
– Bárbara Couto: Desde la editorial creemos en un modo de hacer colectivo, y tratamos de practicarlo con cada uno de nuestros autores en el día a día. En ese sentido esta fue un poco una oportunidad de compartir la experiencia con el público lector potencial. Involucrarlo desde un momento muy anterior al de pararse como espectador o simple consumidor frente a la vidriera de una librería, con el plus de poder sentir el orgullo de haber sido partícipe del nacimiento de una obra literaria. Durante la campaña decíamos: «Decidimos que queríamos compartir la experiencia de felicidad, ansiedad, adrenalina, orgullo de darle vida a un libro. Así no seríamos felices solo los editores y las autoras, sino que seríamos felices una enorme banda de gente linda».
La experiencia fue absolutamente buena. Rescato la enorme cantidad de gente con la que se inició una nueva relación, gente que ya sabía de qué se trata esto del financiamiento colectivo y quería colaborar, gente que no sabía y quedó muy entusiasmada, nuevos proyectos que surgieron a partir de la campaña y mucha energía positiva.
– Noelia Carrizo: La experiencia fue muy positiva, pero lo que sí realizamos fue un plan de acción para difundir, de manera masiva, de qué se trataba todo esto. Hicimos prensa en los medios, realizamos diferentes eventos y estrategias en La Rioja y Córdoba para que la gente lograra acercarse a los fines de poder aportar lo que fuera.
– Mariela Carrera: Para nosotros representó la única posibilidad de poder sacar el disco, de otra manera hubiera sido imposible.
– ¿Qué perspectivas abre una propuesta como esta para los creadores independientes?
– Bárbara Couto: Creo que rompe con ciertas formas de producción más tradicionales que obligaban a los productores a esperar a tener todo el capital necesario para la inversión inicial de un proyecto y después todo otro esfuerzo de comunicación y difusión para hacerlo conocido. Para creadores independientes con poco presupuesto este sistema abre posibilidades infinitas.
Experiencias de preventa de cupones entre amigos para juntar la plata y así editar un libro no son nuevas, ya existían desde hace años. La novedad es la existencia de una plataforma virtual con alcance nacional e incluso internacional que expone el proyecto en una vidriera enorme, sumado a la fuerza de las redes sociales para la difusión y comunicación del proyecto.
-Noelia Carrizo: Nos permite ser más independientes, implica un compromiso del espectador… Como realizadores nos da apertura para ingresar a un mercado donde lo independiente tiene que ver con dar a conocer procesos y a la vez aprender como otros transforman su proyecto en una realidad. La suma de las intenciones entre realizador y espectador hace posible un producto que se transforma en propio. Nos sucedió cuando recibimos aporte desde Los Ángeles USA, y de recibir mails y mensajes sobre lo emocionante que era para quienes aportaban poder ver el resultado final.
– Mariela Carrera: Las redes sociales han pasado a cumplir un rol clave en todo esto, en especial para los artistas independientes. De alguna manera, estás jugando con las mismas herramientas de alguien que está bajo una productora grande… Considero que el financiamiento colectivo es una opción muy buena, lo que debemos hacer es correr la voz para que todos se enteren y sean parte.
En Córdoba…
En Córdoba el financiamiento colectivo va encontrando cada vez más adeptos, más proyectos, más ideas. En relación a esta tendencia, Noelia Carrizo afirma: “La verdad es que se está instalando, aunque no todos llegan a buen puerto lamentablemente. Creo que como realizadores que hemos pasado por esta experiencia, deberíamos solidarizarnos y colaborar para que sea una buena apuesta”.
Por su parte, Bárbara Couto agrega: “Cada vez conozco más proyectos que apuestan por el financiamiento colectivo. Pero también me parece que la ‘gestión’ ha cobrado importancia como actividad, alcanza con ver que cada vez hay más oferta de programas de formación en gestión. Entonces se está poniendo mucho el foco en maneras creativas y diferentes de financiar proyectos en general y productos culturales en particular. Me gusta también pensar que la tecnología permite algo más, acercar de una manera nueva a las personas, para que logren colaborarse mutuamente como se ha hecho durante años, desde una perspectiva cooperativa o comunitaria, apoyando uno solidariamente los proyectos de otro, recibiendo una retribución a cambio y favoreciendo con esta actitud al desarrollo de la comunidad”.
Nuevas formas que tal vez no sean tan novedosas, pero que han encontrado otros horizontes y perspectivas a través del extenso mundo que abre internet. El financiamiento colectivo o crowdfunding instala otra manera de producir y gestionar en el ámbito del arte y la cultura independiente. Éstos y tantos otros proyectos son una clara muestra de que también se puede hacer desde un lugar distinto. Sólo basta con animarse y experimentar.