¿Por qué di en llamar a estos artículos como apuntes de «Producción Gráfica Editorial«? ¿Por qué no diseño editorial? ¿por qué no producción gráfica a secas? Mi punto de vista (y será una constante a lo largo de todos los apuntes) es que para poder comprender nuestra labor como diseñadores editoriales, como editores, como imprenteros, o como cualquiera de los profesionales que intervienen en la producción gráfica de publicaciones editoriales, debemos tener una visión global e integradora de la actividad, del contexto, y de los roles de cada actor a cargo en las diversas etapas del proceso. De esta manera podremos potenciar los resultados individuales generando mejores productos gráficos.
[por bárbara couto]
¿De qué hablamos al decir “Producción Gráfica Editorial”?
Llamamos Producción Gráfica Editorial a la etapa del proceso editorial en que los contenidos originarios de una publicación sufren un ordenamiento y jerarquización visual, de manera de obtener un producto gráfico estéticamente agradable y comunicacionalmente claro y funcional al mensaje que la editorial quiere transmitir al lector.
En esta etapa se toman las decisiones de cómo será visualmente la publicación (de ahí que hablemos de producción “gráfica” editorial). De qué manera se verán plasmadas las jerarquías y estructuras comunicacionales de los textos en cada página, cómo se graficarán los cambios de capítulos o secciones, qué protagonismo tendrán o no las imágenes, qué tipografía se seleccionará para los textos, qué herramientas visuales de composición se utilizarán para traducir al lenguaje visual los objetivos editoriales de la publicación, qué papel se utilizará, cómo se imprimirá el material, en síntesis, cómo haremos para que el libro o revista transmita emociones y mensajes desde el primer acercamiento a la obra (el primer acercamiento siempre es visual, a partir de la tapa y contratapa y del hojeado de las páginas internas, la comprensión de los textos se ubica en una segunda etapa: la lectura propiamente dicha).
Por eso hablamos de “producción”, porque editor y diseñador deben participar activamente en la manipulación de los textos e imágenes originales para tomar las decisiones del Diseño Editorial; y posteriormente el gráfico (también llamado impresor o más informalmente: imprentero) imprimirá esos archivos originales para convertirlos en objetos gráficos: en libros y revistas impresos.
Muchas veces se habla de Producción Gráfica haciendo alusión solo a las etapas de Pre-Impresión e Impresión, obviando a la etapa del Diseño Editorial. Eso es un error porque el Diseño Editorial es la primera etapa creativa visual, que tiene como producto final el original gráfico con el que se trabajará posteriormente en impresión.
* * *
Etapas: Diseño Editorial. Pre-Impresión. Impresión. Terminación y acabado.
Varias son las etapas que conforman la Producción Gráfica Editorial. Sigue a continuación un breve apartado especificando las tareas propias de cada una, y los profesionales protagonistas a cargo de esas tareas.
Diseño Editorial
El diseño gráfico es una profesión cuya actividad es la acción de concebir, programar, proyectar y realizar comunicaciones visuales, producidas en general por medios industriales y destinadas a transmitir mensajes específicos a públicos determinados. Ésta actividad posibilita comunicar gráficamente ideas, hechos y valores procesados y sintetizados en términos de forma y comunicación. También se conoce con el nombre de “diseño en comunicación visual”, debido a que en oportunidades se asocia la palabra gráfico únicamente a la industria gráfica, y se entiende que los mensajes visuales se canalizan a través de muchos medios de comunicación, no sólo los impresos.
El diseño gráfico abarca muchas áreas distintas de práctica profesional, que a veces se superponen pero que vale diferenciar porque requieren del profesional una preparación y, si se quiere, un talento especial de acuerdo al proyecto comunicacional que se tenga entre manos. Las principales, entre otras, serían: el área del diseño para la persuasión, destinado a influir en la conducta del público (por ej. publicidad y propaganda), el diseño para la educación responsable del armado de material didáctico, el diseño tipográfico y el área que más nos interesa en este caso el diseño para la información, dentro de la cual se encuentra el diseño editorial.
El diseño editorial es entonces la rama del diseño gráfico dedicado al diseño y diagramación de publicaciones: libros, revistas, periódicos, manuales, catálogos, etcétera. Requiere del profesional una formación interdisciplinaria y no sólo técnica como a veces se piensa. El manejo del software necesario para maquetar revistas y libros es simplemente una herramienta de trabajo (a quien solo realiza esta tarea de maquetación se lo conoce como maquetador), pero para poder ejercer la profesión de manera integral y óptima es imprescindible un background de conocimiento, no sólo en la historia del diseño o los movimientos estéticos visuales a lo largo de la historia, sino también en otras áreas del conocimiento como comunicación, fotografía, ilustración y dibujo, semiótica y psicología de la Gestalt, por mencionar solo algunas.
El profesional a cargo de esta etapa es el Diseñador Editorial, quien habitualmente trabaja en articulación con el editor y con el impresor; pero en muchos otros casos deberá sumar a su trabajo específico la coordinación con algunos otros profesionales fotógrafos, ilustradores, dibujantes, técnicos en alguna disciplina sobre la que trate la publicación, etcétera, por lo que además de su preparación especializada en diseño debe ser un profesional preparado para el trabajo en equipo. Vale mencionar entonces que pueden participar de esta etapa también otros profesionales además del diseñador: fotógrafos o ilustradores habitualmente. Dependiendo el tipo de publicación pueden tener un mayor o menor papel protagónico, una novela ficcional o un ensayo probablemente no requerirá más que un diseñador y a lo sumo un ilustrador para el armado de tapa; sin embargo si la publicación fuera un libro de cuentos para chicos o un libro-álbum el trabajo en la etapa de diseño requerirá un trabajo mucho más importante e interrelacionado entre el ilustrador, el editor y el diseñador.
Pre-Impresión
Por pre-impresión (o pre-prensa) se conoce al proceso de producción en el que se preparan los materiales gráficos para impresión. Al diseñar una publicación se trabaja desde la comunicación visual, logrando para cada juego de páginas enfrentadas una composición determinada, tal como el lector la verá al pasar las páginas. Sin embargo para imprimir el trabajo debe estar armado de otra manera, compaginado en pliegos, prestando especial atención a detalles técnicos, formatos de papel, sangrados, demasías, etcétera. Preparar archivos para impresión implica una serie de saberes técnicos, que si bien debería formar parte de la formación de cualquier diseñador, lógicamente están más desarrollados en aquellos profesionales que trabajan dentro de una imprenta, porque a la vez que tiene la formación técnica de las máquinas con las que trabaja, se mantiene actualizado en relación a la nueva tecnología y maquinaria del mercado y se dedica a esa tarea cotidianamente.
Es común que una editorial no sea dueña de la maquinaria necesaria para imprimir las publicaciones, sino que esta etapa del proceso la derive a terceros. Ahí entran en juego las imprentas. Puede darse que sea el mismo diseñador editorial quien prepare los archivos para impresión pero lo más común es que éste solo deba tener algunas precauciones al diseñar (el uso de software compatible y un acuerdo en relación a los formatos, demasías, etcétera); pero que la preparación final de los archivos sea responsabilidad del diseñador de la imprenta.
De cualquier manera, es importante que exista una estrecha comunicación entre la editorial y la imprenta de manera de minimizar problemas y maximizar el aprovechamiento de los recursos y tiempos.
Impresión
Se define como “impresión” a la reproducción de un texto o una ilustración en una imprenta. Este proceso para la producción de textos e imágenes, típicamente se da con tinta sobre papel usando una prensa. Los sistemas de impresión pueden ser muy variados al igual que sus resultados. Dos grandes grupos muy diferentes son, los artísticos (entre ellos la xilografía, el grabado, la litografía o el aguafuerte), que imprimen productos gráficos de tirada reducida y habitualmente de gran valor plástico; por otro lado los industriales (como las máquinas Offset, la flexografía, la serigrafía, o el huecograbado), óptimos para trabajos de gran tirada (diarios, revistas, libros, afiches, envases, etiquetas y demás objetos de producción masiva).
Actualmente el panorama va cambiando día a día, básicamente con la llegada de la impresión digital, y la aparición de máquinas nuevas y mejoradas. Las nuevas técnicas digitales permiten un gran ahorro de tiempo y de costos y esto le ha significado a la industria editorial la presencia de un nuevo horizonte. La principal ventaja es la posibilidad de imprimir libros bajo demanda y no correr así con el riesgo de equivocar la tirada y quedar con demasiados libros remanentes, o de no imprimir ciertos títulos por pensarlos no rentables para una gran tirada. Lo mismo ocurre con la re-impresión. Si bien es óptimo hacer el cálculo adecuado de tirada desde un primer momento, este tipo de impresión digital permite al editor producir menos libros y ahorrar gastos y re-imprimir a un precio razonable si la venta así lo requiere.
Terminación y acabado
Se denomina así a la última etapa del proceso de producción gráfica editorial, etapa en la que una vez impresos los materiales, se les da su forma y detalles finales. Incluye esta etapa los diferentes tipos de encuadernación posible y los acabados como por ejemplo el barniz brillante o mate.
Es importante decidir qué terminación se elegirá para qué publicación, puesto que no es lo mismo un libro técnico de consulta constante, que debería tener un acabado mucho más cuidadoso, fresado en rústica, con barniz UV en tapa para hacer del producto un libro durable, que una revista barrial mensual con noticias de actualidad del barrio y ofertas de los negocios locales, que andará muy bien con una encuadernación a caballo (doblada y abrochada). Es por eso que las elecciones para esta etapa están íntimamente ligadas a cada publicación y a los objetivos comunicacionales que se tengan para ella.
Habitualmente esta etapa final también está a cargo del Impresor, sea que la imprenta realice estas tareas como si decida tercerizarlas.
El concepto editorial a lo largo de todo el proceso.
Entender a la edición, al diseño editorial, a la impresión y los demás roles editoriales como tareas independientes y autónomas dentro del proceso editorial, no sólo es un sinsentido y un error profesional, sino que además esta actitud empobrece los resultados finales y la fuerza comunicacional que podría tener la publicación. Muy distinto es encarar el proceso desde una perspectiva integral y cohesionada, construyendo o reconociendo desde un primer momento un concepto editorial para cada publicación, como un hilo estructural que recorre todo el proceso y que le da cohesión y fuerza comunicacional al proyecto.
Una publicación, sea ésta un libro, una revista, un catálogo, un anuario, un libro álbum, o cualquier otro tipo de publicación, es ante todo un proyecto comunicacional que busca transmitir un serie de contenidos o sentidos para ponerlos al alcance público. El editor tiene para cada proyecto ciertos objetivos: propiciar la difusión de ciertas ideas, el debate o la discusión en torno a ellas, un mayor o menor nivel de interacción con el público lector, la motivación para que se tomen ciertas acciones o respuestas emocionales, propiciar ciertos consumos, por nombrar solo algunas ideas. Los objetivos pueden ser diversos, las intenciones informativas, políticas, sociales, culturales, económicas, múltiples que fluyen desde estos productos y los usos que se harán de ellos una vez que se distribuyen y transitan por el espacio social son prácticamente indimensionables.
En la construcción de una publicación trabajan una gran cantidad de actores, desde el autor que piensa la idea original hasta el lector que le da existencia real a esos textos cuando los lee e interactúa con ellos, pasando por los editores, correctores, ilustradores, fotógrafos, diagramadores, diseñadores, impresores, distribuidores, etcétera. Si todos estos actores actúan independientemente, ajenos al proyecto integral que tienen entre manos los resultados estarán teñidos por atomizaciones que no suman mayormente más allá de aportes individuales. Es importante que cada uno de esos actores reflejen su aporte y su interpretación personal, haciendo crecer la obra, pero más importante aún es que el concepto editorial del que hablamos y que queremos que se refleje en el producto final, sea asimilado por todos los actores que se verán implicados en la producción gráfica del material, de manera que funcione como marco integrador para el proyecto.
Hay que concientizarse de que también se editorializa desde la diagramación y el diseño. Más allá del contenido textual de las palabras que componen una publicación, también existe un lenguaje visual, que el diseñador debe conocer para que su trabajo no sea sólo acomodar textos e imágenes y crear una composición agradable, sino usar todas las herramientas que la comunicación visual le provee y diseñar acompañando la intención editorial del texto original.
[Estos materiales son fragmentos o textos derivados/adaptados del módulo de «Producción Gráfica Editorial» de la Diplomatura en Gestión Editorial -Fundación Ábado, Universidad Católica de Córdoba-, material que produje por encargo para la citada diplomatura, en julio/agosto de 2011. Los invito a utilizarlos con confianza y espero les sirva, pero si no es molestia les solicito también que me citen como autora, con un enlace a este blog]
Una respuesta a «Apuntes de Producción Gráfica Editorial (II)»
[…] como explicaba en un apunte anterior, el concepto editorial que debe atravesar todo el proceso de producción editorial debe también […]